¿Te acuerdas del trinomio cuadrado perfecto?, ¡al menos yo no! Solo que suena a muchos números. Quizás si te dedicaste a algo ligado a las matemáticas te estás riendo de mí en estos momentos. Pero mi cerebro definitivamente lo dejó en el lado más oscuro que hay. Para que eso no te pase con tus tareas del día a día, la clave es la organización diaria. ¡Pero no cualquiera! Sino la que se acomode a ti y tu forma de pensar. Sigue leyendo que te daremos algunos tips que de seguro te ayudarán.

Tu cerebro organiza y prioriza

Primero, tienes que saber que nuestro cerebro se organiza y administra MUY EFICIENTEMENTE. Quizás estás pensando “claro, el tuyo será… que lo que es el mío…” Pero no, te aseguro que el tuyo también. No podríamos ir cargando en la vida con TOOOOOOOOOOOOOOODO lo aprendido si lo tuviéramos en el mismo grado de importancia. Necesitamos categorizar, ordenar y priorizar constantemente.

Ahora, ¿cómo organizamos tanta información? Está aquella que se usa solo de vez en cuando -en mi caso el famoso trinomio- y otra que necesitamos constantemente, como nuestra dirección, código postal o número de identificación. Allí nuestro cerebro necesita optimizar. ¿Qué se aprende de memoria?, ¿qué olvida?, ¿o qué necesita anotar para luego volver a revisar? Esto varía de persona a persona. Algunos recordamos con detalle casi cinematográfico ciertos lugares o experiencias, y otros ni siquiera podrían responder a la pregunta “¿qué desayunaste hoy?” Por eso es importante que cada uno/a pueda saber cómo es su propia forma de conocer y recordar en el mundo, y por ello qué estrategias necesitará en el día a día. Recuerda, tu forma de pensar te dará la clave para saber como organizar tu día a día eficientemente.

 

Cómo organizo una vida con mil pendientes

En lo personal, me gusta siempre estar haciendo muchas cosas al mismo tiempo, pareciera que me concentro más y mejor. Una pura actividad me desconcentra y me tardo mucho en hacerla. Mientras que cuando trabajo a “mil por hora” pareciera que todo estuviese funcionando perfecto. Ojo que aprovecho de tener siempre a mano mi libretita tamaño pequeño que me ayuda un montón.

Como sé que funciono de esa manera, tengo que disponer de estrategias que consideren esto a la hora de organizarme. Como hago tantas cosas son fan, pero FAN de las listas y cuadritos que me recuerdan todo. ¡Sino se me olvida! No existo sin mi “to do list” de la semana (¡o diario!). También aprovecho y organizo así mi papelería de psicóloga, como con este tracking de finanzas básica mensuales. Cada vez que algún pendiente me está molestando y no me deja avanzar, paro y lo anoto. ¡Listo! Siento de inmediato como si me liberara de un gran peso y pudiera seguir trabajando. Ya le va a llegar el turno a esa tarea: y la ansiedad baja. ¡Larga vida al planificador diario! (También al mensual y semanal pero ese es otro post).

Esta forma me alivia mucho la verdad, sobre todo porque suelo ser muy acelerada y nerviosa. Siento que si “tengo un plan” todo funciona mejor. Así, la organización mental se ha transformado para mí en una forma de autocuidado, necesidad y disfrute. ¡Además que se ve tan bonito cuando uno hace “check” a la lista!

Mi salud mental parte con organizar mis pendientes y que no sean un peso más en mi día a día.
Y tú, ¿qué estrategias utilizas para organizarte y cuidar tu salud mental?

Cariños, Carol

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